NEUTRÓFILOS Y LINFOCITOS BAJOS, ¿QUÉ SIGNIFICA ESTA COMBINACIÓN?


Los leucocitos, también conocidos como glóbulos blancos, son las células de la sangre encargadas de protegernos contra los agentes patógenos, como las bacterias, los gérmenes y los virus, las cuales se dividen en basófilos, eosinófilos, linfocitos, monocitos y neutrófilos.

Como sabrás, cuando nos practicamos un análisis de sangre, podemos apreciar la concentración de cada una de estas células en nuestro organismo, lo que nos habla de qué tan buena es nuestra condición de salud.

En esta ocasión, queremos contarte qué significa tener neutrófilos bajos y linfocitos bajos, para que puedas comprender mejor los resultados de tus análisis, en caso de presentar tales valores.

¿Qué nos indican los valores de neutrófilos bajos y linfocitos bajos?

Por si no lo sabes, los neutrófilos son células indispensables para la protección de nuestro organismo, pues se encargan de eliminar ciertos tipos de gérmenes, residuos y sustancias extrañas que amenazan con dañar nuestra salud.

Aunque es bueno mantener un recuento bajo de estas células en la sangre, valores anormalmente bajos (inferiores a 1.500) pueden dar lugar a una neutropenia que, generalmente, refleja la presencia de alguna condición subyacente, como es el caso de la leucemia, enfermedades de la médula ósea, entre otras.

En cuanto a los linfocitos, estos también forman parte importante del sistema inmune, al identificar a las células extrañas y defender al organismo contra el ataque de las mismas. Un recuento de bajo de linfocitos puede significar una reacción temporal ante la presencia de algún virus, o puede señalar la existencia de enfermedades o patologías más delicadas, como es el caso del cáncer, la enfermedad de Hodgkin y la leucemia.

En conclusión, un recuento bajo de ambos tipos de leucocitos nos indica algún fallo en nuestro sistema inmune, que puede ser causado por alguna enfermedad o condición subyacente. Por ello, es importante acudir a un especialista médico para recibir la evaluación y diagnóstico que nos permita conocer lo que ocurre dentro de nuestro organismo, y tomar las medidas correctas para garantizar la salud del mismo.