Existen montones de células y microorganismos encargados de protegernos contra sustancias externas que pueden dañar nuestra salud, como los gérmenes, las bacterias y los virus. Cuando nuestro cuerpo detecta la presencia de algunos de estos agentes externos, distintos tipos de células viajan por el torrente sanguíneo para combatirlos mediante lo que conocemos como respuesta inmune, y es aquí donde encontramos a los llamados linfocitos.
Los linfocitos son un tipo de glóbulos blancos que se encuentran en la sangre y que resultan de suma importancia para el sistema inmunológico. El problema está cuando no cuidamos de sus valores y se produce un incremento excesivo de estas células, también conocido como linfocitosis, donde se superan las 4.000 unidades por microlitro de sangre en los adultos, 7.000 unidades por microlitro de sangre en los niños y 9.000 unidades por microlitro de sangre en los bebés.
Veamos cuáles son las causas que suelen producir este incremento de linfocitos en la sangre y qué enfermedades se asocian a esta condición.
¿Cuáles son las causas de tener linfocitos altos?
En primer lugar, debemos aclarar que la linfocitosis no es una enfermedad, sino más bien un síntoma de alguna patología subyacente. Por lo general, este aumento de linfocitos suele ser diagnosticado mientras el especialista médico se encuentra realizando otros análisis motivados a una enfermedad preexistente.
Dicho esto, las causas más comunes que se asocian al aumento de linfocitos en la sangre son:
- Tumores linfoides y tricoleucemia.
- Leucemia prolinfocítica.
- Linfomas con expresión leucémica.
- Leucemia de linfocitos grandes granulares.
- Leucemia linfoblástica aguda y leucemia linfocítica crónica.
¿Qué enfermedades se asocian a los linfocitos altos?
Algunas de las enfermedades que se relacionan con esta condición son:
- Leucemia linfocítica aguda o crónica.
- Infección por citomegalovirus.
- VIH o SIDA
- Mononucleosis
- Vasculitis
- Tos ferina
- Mieloma múltiple.
- Tuberculosis
- Hepatitis
- Brucelosis
- Enfermedad endocrina de Addison.
- Paperas y rubéola.
- Cáncer.
Si al practicarte una analítica sanguínea, tus niveles de linfocitos están por las nubes, es importante que acudas al médico para detectar las causas y recibir el tratamiento pertinente.